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La Federación Ecuatoguineana de Fútbol (FEGUIFUT) y Juan Micha, entrenador del Nzalang Nacional, están en el centro de una controversia que podría marcar el final de una era.
El contrato de técnico como seleccionador expiró el pasado 18 de julio, y desde entonces, ambas partes han expresado posturas firmes y conflictivas que dificultan llegar a un acuerdo. Hoy analizaremos las cláusulas y exigencias que están en juego, así como las implicaciones de esta negociación para el futuro del Nzalang nacional.
El Precontrato: Cláusulas y Exigencias
La FEGUIFUT presentó un precontrato al seleccionador el 18 de junio. Exactamente un mes antes de la expiración de su contrato. Este pre-contrato incluía varias cláusulas y objetivos que son la clave en esta negociación.
Estas cláusulas requerirían que Micha presentara proyectos y asegurara un cupo para jugadores locales en todas las convocstorias de la selección. Además, se le pidió que manejara los contratos de su equipo con la ley laboral de Guinea Ecuatorial y que firmara acuerdos oficiales para todo su staff.
Por otro lado, la FEGUIFUT impuso objetivos específicos, como clasificar para la Copa del Mundo de 2026 y llegar a los octavos de final en la próxima Copa de África.
Estas cláusulas fueron percibidas por Micha y su agencia de representación, L Group, como amenazas y chantajes.
La Postura de Juan Micha
Desde el entorno de Juan Micha, se considera que las cláusulas son inaceptables. Micha rechaza firmar un contrato con objetivos tan ambiciosos, especialmente porque Guinea Ecuatorial nunca se ha clasificado nunca para un Mundial y ya ha 6 perdido puntos en las actuales fases clasificatorias por las sanciones de la FIFA.
Además, el técnico desea que su contrato sea regido por las leyes laborales de la FIFA, lo que le permitiría recurrir a instancias internacionales en caso de conflictos.
Otra exigencia del entrenador es mantener el mismo modelo salarial que tenía en el contrato anterior, donde recibía el 50% de los ingresos, mientras que el otro 50% se destinaba al staff local. Ahora, la FEGUIFUT pretende que Micha haga contratos oficiales a su equipo técnico, lo que reduciría significativamente sus ingresos netos.
La Intervención del Gobierno
Con las negociaciones estancadas, el asunto ha sido elevado al gobierno. La FEGUIFUT ha elaborado un informe detallando sus posturas y propuestas, que ahora está en manos del Ministerio y la Tesorería General del Estado. Este desarrollo implica que las decisiones finales podrían estar fuera del control directo de la FEGUIFUT, complicando aún más la situación.
El gobierno tendrá que decidir si apoya las exigencias de la FEGUIFUT o las demandas de Micha, lo que podría tener un impacto significativo en el futuro del fútbol en Guinea Ecuatorial.